Un ácido recordatorio.

Póster Oficial

Con un mercado cinematográfico que se abre cada vez más, las directoras y sus historias han conseguido que se valore su labor. Sus propuestas llenas de inventiva, que proponen un punto de vista distinto e interesante, encontraron en un caótico 2020 la oportunidad perfecta para que su calidad brille, se confirme para algunas personas y cierre bocas para los que se oponen a estas voces que siempre debieron contar con las mismas posibilidades.

Nuevos nombres han marcado una ruta donde el contenido escapa a la predominancia del estilo sobre sustancia para enfocarse en reclamos y llamadas de atención que llegan en forma de relatos frescos, sencillos pero llenos de calidad en sus rubros técnicos. Inician conversaciones que se habían vuelto intermitentes por la pandemia, llaman la atención, son disruptivos y generan un efecto que muchas veces hace falta.

Como prueba de esto, “Hermosa Venganza” logra estos cometidos al posicionarse como un recordatorio sobre el abuso sexual, el consentimiento sexual y el panorama de violencia que viven las mujeres a través de un relato fresco que ha levantado polémica para la próxima entrega de los Premios Oscar al estar en la terna a “Mejor Película”. Eso si: sus excesos y exageraciones la alejan de la perfección, pese a ser un excelente punto de partida para confeccionar un abordaje más sólido de estos reclamos.

LA HISTORIA

Cassie tenía un brillante futuro por delante hasta que un desagradable incidente truncó su carrera. Ahora nada en su vida es lo que parece: es inteligente, audaz y vive una doble vida de noche. Cassie tiene la oportunidad de enmendar todo lo que no salió bien en su pasado… vengándose de los culpables.

OPINIÓN

En su debut como directora, la actriz Emerald Fennell (The Crown) demuestra su calidad al entregar una cinta llena de dinamismo gracias a un excelente lenguaje cinematográfico. Sus tomas y movimientos de la cámara favorecen un ritmo ágil, acompañan de gran manera un relato que retoma lo mejor de las películas de venganza y un humor negro que funciona de maravilla.

A través de la historia de Cassie y el entorno donde se desarrolla la historia, los simbolismos se dan como auténticos baldazos de agua fría. La protagonista, una prometedora joven con un futuro brillante para la medicina, ve truncados sus proyectos de vida por la indiferencia tanto de padres como de compañeros e incluso amigos ante el abuso perpetuado por un sistema que aún justifica y conduce a los extremos (tanto para victimarios como para víctimas) que detonaran en un resentimiento que no debería existir.

Fennell hace una atractiva dualidad entre esa oscuridad que envuelve el trasfondo de sus personajes (especialmente el de Cassie y su amiga Nina) con una estética colorida y brillante. Tonos pasteles y luces neón son una envoltura para 113 minutos con violencia, revanchas y ajustes de cuentas que irán desenmascarando los cabos que inteligentemente se dejan abiertos. Tomas que aprovechan cada secuencia, así como de una edición que, como la película, va directo al grano.

A la par de este apartado, los vestuarios llamativos consiguen tocar varios estigmas que sirven muchas veces como justificación de la violencia que sufren, ya que cada conjunto usado por Cassie es un vehículo emocional a la vez que una herramienta para llevar a cabo sus planes de búsqueda de justicia. Además, cada locación se complementa con estas fachadas creadas por la protagonista, expandiendo el pequeño poblado donde vive y exponiendo diversas situaciones que día a día viven las mujeres. Por cierto, la selección musical encabezada por canciones de Paris Hilton y Britney Spears (destacando la versión en cuerdas de Toxic) es un aliciente fenomenal para no despegarse del desarrollo de la cinta.

El peso de la cinta recae sin duda en la labor de Carey Mulligan. En cada gesto, diálogo y acción, Mulligan transmite esos sentimientos que se han convertido en cuentas pendientes. La rabia, frustración y decisión, son ingredientes para que la actriz británica llame a la reflexión de que la justicia llega en ocasiones y desafortunadamente con una violencia producto del hartazgo.

Hay que reconocer que por momentos, la cinta llega a la exageración que viene con licencias creativas de lo ficcional, que van desde una ausencia de violencia más airada por parte de los hombres, esa ausencia de riesgo en la campaña personal y semanal de Cassie, mismo que llega al final pero que no está ejecutado de manera convincente, aunque si resulta bastante creativo y, siguiendo la línea del personaje, hasta satisfactorio.

Los personajes secundarios tienen momentos tanto de brillo como de irregularidad. El uso de clichés para justificar actitudes reprobables de la principal dan la sensación de enfocarse en una inexistente o rigurosa redención para los hombres. Las mujeres que han sido cómplices de alguna manera de acciones negativas, son las únicas que pueden cambiar. Incluso, las medidas tomadas para generar esa modificación en su pensamiento y accionar se logran al forzar situaciones que en la vida real pueden llevar al desastre emocional o físico.

Hay diálogos que se sienten artificiales, decisiones y acciones que si bien ayudan a avanzar la trama, no terminan por encajar. Lo mismo sucede con la gran parte de actuaciones, especialmente las masculinas, que en ocasiones son caricaturas y se sienten como oportunidades desperdiciadas al no imprimir un mayor patetismo que en ese tipo de “hombres buenos” o incluso, en esos hombres cínicos, superan esta ficción.

CONCLUSIÓN

Definitivamente “Hermosa Venganza” es una cinta disfrutable, de ritmo ágil y con una estética que la gran labor tanto en dirección de Emerald Fennell como en la interpretación de gran nivel de Carey Mulligan hacen que brille en gran medida.

Pese a sus excesos en los diálogos y un desarrollo un tanto fantasioso de las situaciones, el debut de Fenell indica como estructurar, llevar y mejorar los reclamos cinematográficos que se requieren con mayor frecuencia. Un hard candy que sin duda vale la pena ver.

Tráiler Oficial

Sobre el autor

Jorge Méndez

Fotógrafo de prensa, reportero, lector y director de Unplugged News.

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