El amor verdadero nunca muere.
Póster oficial
Este año, 2024, se cumplen 30 años del estreno de El Cuervo (The Crow), dirigida por Alex Proyas, cinta que ha adquirido el título de clásico de culto. Historia que se basa en un cómic y que es ampliamente recordada por el triste fallecimiento del actor, Brandon Lee, durante la filmación.
Este aniversario no pasa desapercibido; pues llega una nueva adaptación cinematográfica: “El Cuervo”, dirigida por Rupert Sanders, conocido por Blacanieves y el cazador (2012) y Ghost in the Shell (2017), con las actuaciones estelares de Bill Skarsgård, recordado por It (2017), John Wick: Chapter 4 (2023) y Boys Kills The World (2024), y la cantante FKA Twigs. Traída a cines mexicanos por la distribuidora Imagem Films Mx.
El amor entre Eric y Shelly se verá trágicamente interrumpido cuando ambos sean despiadadamente asesinados. No obstante, el amor que siente Eric es tan grande que tendrá una segunda oportunidad; para salvar a su amada y cobrar venganza.
Bien dicen que las comparaciones son odiosas, pero es inevitable en este caso no comparar; pues uno de los principales incentivos, sino es que el principal, para ver la cinta: es ese buen sabor de boca que dejo la versión de 1994. Estamos ante una reinterpretación completamente distinta; pues si recordamos, no se nos da mucho contexto de cómo era la relación entre Eric y Shelly. Por otro lado, Sanders busca llenar esas incógnitas; pues arranca su film mostrando parte de la relación de ambos previo al asesinato.
En ocasiones se agradece esta información extra para el espectador, pues sacia su curiosidad; sin embargo, no siempre es así. Me temo que en el caso de El Cuervo estos complementos no generan mucho impacto e incluso juegan un poco en contra del misticismo de este amor eterno. La versión interpretada por Lee es muy ambigua y abierta en este sentido, pues deja a la imaginación como fue esa relación, pero queda clara la sensación que fue fuerte y profunda; pues solo eso explicaría las hazañas de Eric. El problema con Sanders, es que no podemos decir que tenga esas dos cualidades; pues aunque nos lo quisieran pintar de esa forma: lo que vemos en pantalla no tiene los alcances para apropiar esa idea.
Otro aspecto bastante distintivo es que vemos a un Eric que transita de forma intermitente entre el mundo real y el de los muertos. Este segundo agregado es algo totalmente nuevo y experimenta posibilidades no antes vistas. Sin embargo, creo que el metraje no le da tanto énfasis al mundo de los muertos; se percibe más como algo anecdótico, ilustrativo y llamativo visualmente, pero poco explorado.
Esta versión llama la atención porque tiene una fuerte dosis de gore y acción; que para el gusto de algunos puede sentirse bastante exagerada por momentos. Se tienen secuencias que traen a la mente grandes blockbusters del género, como la saga de John Wick. Si esto es un acierto, o no, queda a criterio personal. El guion se basa mucho en lo no terrenal: lo que anteriormente solo explicaba el retorno de Eric, ahora es crucial a lo largo de la historia.
Debido a lo expresado antes, podemos decir que el ritmo de la cinta es incremental. Se parte de un inicio flojo o poco convincente; para dar pauta a momentos de mayor dinamismo. Por lo que decimos que va mejorando, pero tampoco tanto. Lo malo que este dúo romántico no logra “eclosionar” y el factor venganza tan característico tarda mucho en llegar.
En conclusión, esta nueva adaptación se siente ambiciosa, pero un poco dispersa; pues se nota una intención por explorar momentos de la vida del protagonista que se dejan de lado en otras adaptaciones. Sin embargo, estos añadidos no resultan tan sustanciales como uno esperaría.
Tráiler oficial