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Beekeeper: Sentencia Mortal | Reseña

Jason Statham y su faceta como apicultor van a proteger a la colmena en una campaña desenfrenada de venganza.

Póster oficial

Nuevo año y nuevas propuestas cinematográficas. El género de acción recibe a una de las primeras de 2024 de la mano de David Ayer y Jason Statham, con la intención de sumergir a la audiencia en una campaña violenta llena de peleas y venganza al por mayor. Beekeeper: Sentencia de Muerte representa esta idea que si no se toma en serio, se puede disfrutar como un espectáculo de entretenimiento.

Muy bien se conoce el trabajo de Ayer por cintas de buen calibre y desarrollo como End of Watch (2012) y Fury (2014), dos de sus direcciones más sólidas. Tampoco se puede separar su brillante trabajo como escritor con el guion de Training Day (2001), convirtiendo a David en una promesa para la industria. No obstante, sus flaquezas también salen a relucir con la fallida Suicide Squad (2016) y Bright (2017), que continúo con su tibia The Tax Collector (2020) y que este año va intentar regresar a sus viejas glorias del cine.

Para esta tarea decidió hacer mancuerna con el histrión británico y de esta forma aplicar la experiencia de ambos en un proyecto con la intención de explotar la visión de su director y la pericia de su protagónico que decante en increíbles secuencias de acción. El resultado seguro va complacer a algunos, mientras que a otros pueda no ser la opción predilecta de invertir en una proyección.

La historia toma un rumbo claro: Adam Clay (Statham) vive un retiro pacífico como apicultor y su único objetivo es mantener a sus abejas. De pronto los problemas tocan a su puerta cuando Eolise Parker (Phylicia Rashad), su vecina, es estafada por un grupo multinacional dedicado a robarle a adultos mayores los ahorros de sus vidas, lo que ocasiona que se suicide de la desolación. Esto genera en Adam el deseo de castigar a los responsables con la analogía de proteger a la colmena, emprendiendo el camino de la retribución.

En su camino, tanto el FBI como los mismos defraudadores van intentar perseguirlo sin éxito alguno, pues Clay es un miembro retirado de los Beekeepers (Apicultores), un programa secreto que funge como el medio alternativo del gobierno cuando se necesita eliminar una amenaza para el sistema nacional, convirtiéndolo en un arma letal y una máquina imparable de muerte.

Cuan si fuera una nueva versión de John Wick, Statham se convierte en un antihéroe invencible que contra todo pronóstico, sale victorioso en cada encuentro con un sinnúmero de agentes, asesinos y matones con los que se topa. Todo para llegar a Derek Danforth (Josh Hutcherson), líder de esta compañía fraudulenta, quien a su vez está protegido por el ex director de la CIA Wallace Westwyld (Jeremy Irons). En contrapunta, la agente del FBI Verona Parker (Emmy Raver-Lampman), hija de Eloise, le va seguir la pista a este fantasma que conocía a su madre a fin de descubrir sus intenciones.

Película: Beekeeper: Sentencia de Muerte (The Beekeeper)

Con las piezas colocadas en el tablero la trama toma su curso, que desde los primeros instantes sobrecarga testosterona en su lomo para dar rienda suelta a su protagonista y patear traseros. También cabe resaltar que aquí ni su director o escritor Kurt Wimmer (responsable de la olvidable Expend4bles) van a aportar una pizca de verosimilitud o coherencia a la sucesión de eventos, dando así una narrativa con huecos argumentales y nulas justificaciones para solo dejar el puro entretenimiento a la audiencia.

Es en este apartado donde Beekeeper encuentra su fortaleza más llamativa, otorgando al espectador secuencias de acción bien hechas y coreografías de pelea que destaca lo mejor que sabe hacer Jason, que después de los fracasos críticos de su Meg 2 (2023) y el spin off de Christmas llamado los Indestructibles 4 (2024) aquí logra balancear en su personaje un trasfondo suficiente que le otorgue la convicción para sus acciones.

Va ser difícil creer que a sus casi 57 años siga realizando todos sus stunts, siendo de los pocos comprometidos con hacerlos él mismo, lo que siempre será un aditivo para las cintas de Statham. Aquí no es la excepción y las coreografías son estupendas para todo amante del género.

Los demás histriones que conforman el reparto, es una grata sorpresa que Hutcherson esté optando por papeles distintos a los que comúnmente se le conocen, y aunque aquí su interpretación como un ricachón intocable de alta esfera sociopolítica le quedó un poco grande, pero fomentando su regreso a la pantalla. El soporte de Sir Jeremy Irons es plausible de apreciar, que aunque su personaje no cuenta con relevancia suficiente, dota a la cinta de un buen talento.

Crítica: “Beekeeper: Sentencia de muerte”, Jason Statham destaca en una  divertida y brutal cinta de acción - La Estatuilla

Visualmente se constata la visión y estilo de Ayer para la fotografía y movimientos de cámara y junto a la banda sonora dan los recursos necesarios para un filme de este corte, sin innovar o mostrar algo novedoso en su puesta en escena.

No será el regreso triunfal de su director, pero Sentencia de Muerte (no hubo un título más genérico) es una opción viable para aquellos deseosos de ver ya sea una película divertida, irreverente e inverosímil con buenas dosis de adrenalina o también para aquellos fans de Jason “tengo un contrato donde nadie me puede derrotar” Statham, sea cualquier caso, el buen entretenimiento va estar asegurado.

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