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Top Gun: Maverick | Reseña

Volando alto en la “Danger Zone.

Póster oficial

4.5

Ficha Técnica

  • Director: Joseph Kosinski
  • Año: 2022
  • Duración: 131 min.
  • Guión: Ehren Kruger, Eric Singer, Christopher McQuarrie
  • Fotografía: Claudio Miranda
  • Música: Harold Faltermeyer, Hans Zimmer, Lorne Balfe
  • Reparto: Tom Cruise, Miles Teller, Jennifer Connelly, Jon Hamm, Glen Powell, Ed Harris, Val Kilmer, Lewis Pullman, Charles Parnell
  • Distribuidora: Paramount Pictures
  • Fecha de estreno: 26 de mayo de 2022 (México)
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La década de los 80s ratificó a los héroes de acción como figuras incorruptibles, capaces de lograr cualquier misión, de lidiar con la pérdida y siempre salirse con la suya. Ejemplos sobran en papeles encarnados por Sylvester Stallone, Arnold Schwarzennegger, Bruce Willis e incluso algunos más veteranos como Charles Bronson, Chuck Norris o Clint Eastwood, que bajo sus propias reglas vencían a todo el que se les ponía en frente.

En medio de esa marejada de héroes existió un director, Tony Scott, que detrás del amparo de un par de productores expertos en hacer cine de entretenimiento puro, creaba historias que resultaban absurdamente entretenidas. Una de esas películas que ese equipo trajo a la vida fue Top Gun (1986), donde bajo el amparo de jóvenes y nuevos talentos como Val Kilmer y Tom Cruise, crearon una cinta acerca de los mejores pilotos aviadores capacitados para hacer lo imposible.

A pesar de su éxito taquillero, la película parecía haberse quedado en ese estado de clásico ochentero que nunca tuvo una secuela. Pero casi cuatro décadas después, tanto Cruise como Paramount tomaron la osada decisión de apegarse a la nostalgia para regresar a la vida a Maverick, ese desenfadado, egoísta y carismático piloto en una secuela que, a falta de Scott, encontró en Joseph Kosinski al director capaz de revivir la simpleza del entretenimiento ochentero.

Top Gun: Maverick es uno de esos blockbusters que el público esperaba desde antes de la pandemia y cuyo retraso pareció avivar las ganas de la audiencia de ver el retorno de Maverick como el piloto entrado en años con actitudes un tanto inmaduras que se ve obligado a dar un paso al frente no sólo para demostrar su verdadera capacidad como mentor sino para hacer las paces con su doloroso pasado, uno que no lo ha dejado volar alto por tanto tiempo, tomando ahora el lugar que siempre le había correspondido.

Tom Cruise sigue derrochando carisma a pesar de su edad. Es increíble verlo con la misma viveza y ganas de sacar adelante a un personaje que era bastante plano para darle una capa de complejidad similar a la de otra figura de antaño, Rocky Balboa (Stallone) en Creed. A través de ciertas escenas y secuencias, somos testigos del crecimiento de un piloto que se negaba a tomar las decisiones seguras en la vida, pero que en su oficio su aparente irresponsabilidad se convierte en la clave para la supervivencia de un equipo al cual no piensa dejar atrás, sin importar lo imposible que sea su misión (por autorreferencial que pueda sonar eso en una cinta de Cruise).

Y es que a excepción de esto, el guión y su premisa radican en la simpleza del absurdo: Maverick tiene que regresar a la academia Top Gun a enseñarle a una nueva generación lo necesario para sobrevivir a un plan prácticamente suicida que pareciera sacado de un reciclado de Star Wars. Sin embargo, Kosinski logra maniobrar entre la tremenda sencillez para lograr una cinta que equilibra el drama y la acción de forma bastante efectiva, haciendo incluso guiños claros a la cinta del 86.

El romance también forma parte del universo de Top Gun. Cómo olvidar aquellos tórridos encuentros entre McGillis y Cruise a ritmo de Berlín con Take My Breath Away. Ahora, Tom se encuentra con una muy vieja conocida, la actriz Jennifer Connelly en lo que quizá es uno de los puntos más flojos de la película pues hay una nula química entre ambos que vuelve cada momento romántico en algo bastante torpe y lento, como una turbulencia en el vuelo de Top Gun que afortunadamente no afecta demasiado al ritmo general de la secuela.

La música es una parte fundamental de la saga de Top Gun y el retorno de Maverick no podría quedarse corto en ello. El nuevo tema principal, Hold My Hand, es interpretado por Lady Gaga que colabora en la composición con el maestro Hans Zimmer, logrando una canción digna para la secuela. Aunado a ello, la labor en la música original que mezcla lo hecho por Harold Faltermeyer con las nuevas aportaciones de Lorne Balfe hacen del soundtrack algo perfecto para el regreso de este temerario piloto. Tampoco podemos dejar de lado la labor en el sonido, mismo que destaca sobre todo en esas secuencias de acción aéreas que son impresionantes.

Hablando de ello, esa es una de las mayores virtudes que Kosinski encuentra en Top Gun: Maverick, pues decide dejar de lado la pantalla verde y el exceso de efectos especiales tan usados en los blockbusters modernos para irse por efectos prácticos. Aquí también se aplaude la labor de Cruise que demostró su compromiso al apoyar y fomentar que todo el cast se sometiera al mismo entrenamiento de piloto para darle un sentido de realismo a la acción presentada en la pantalla grande, muy al estilo de aquellos éxitos veraniegos cinematográficos de antaño.

Con ayuda de un cast secundario que funciona bastante bien alrededor de las peripecias de Cruise y una dirección adecuada que rinde homenaje al buen Tony Scott, Top Gun: Maverick se erige en este verano como una grata sorpresa que no busca más que entretener y lo hace con creces, siendo capaz de actualizar un relato de un héroe que parecía congelado en los 80s para traerlo a nuevas generaciones y mejorarlo de alguna forma, demostrando que con una buena idea y una ejecución adecuada, el regreso a la “danger zone” (haciendo alusión al tema de Kenny Rogers) puede volar muy alto en la frontera de las cintas de verano. 

Tráiler oficial

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Comunicólogo, cinéfilo, amante de la lectura.