Rosario Castellanos y un mensaje atemporal

Póster Oficial

En Latinoamérica, pero sobre todo en México, el cine se ha visto dominado por las comedias románticas insulsas que han comprometido el futuro de la industria debido a la desconfianza generada por películas que no se arriesgan o de plano, copian lo que ha funcionado en otras latitudes. Además, los nombres se repiten, impidiendo una frescura que siempre es necesaria para la supervivencia del medio.

Sin embargo, diversos directores han demostrado que no todo esta perdido y que el horizonte tiene motivos para vislumbrarse brillante gracias a cintas que aprovechan diferentes obras de la literatura (Complot Mongol, Las Niñas Bien), las situaciones interesantes que ocurren en el país (Cómprame un revólver), historias que explotan la cotidianidad (La Camarista) o que buscan incursionar en géneros poco abarcados (Belzebuth).

A esto último se le debe sumar Los Adioses, que además de contar con una dirección y apartado técnico de buena manufactura, transmite mensajes vigentes a través de la figura de una de las más grandes exponentes de la pluma mexicana: Rosario Castellanos.

LA HISTORIA

A principios de los años 50 en la Ciudad de México, Rosario Castellanos va en contra de una sociedad regida por hombres: es una intelectual universitaria precoz, pronto una de las escritoras capitales de la literatura mexicana. Sin embargo, su turbulenta historia de amor con Ricardo Guerra muestra el reverso contradictorio. En el punto alto de su carrera, en la madurez del matrimonio, estalla una discusión que marca un punto sin retorno.

OPINIÓN

Natalia Beristáin (No quiero dormir sola, 2012) se ha posicionado como una de las cineastas más prometedoras del país, gracias a un estilo contundente para contar historias, buen lenguaje cinematográfico (muestra de oficio) y de un cast que aprovecha de manera excelente.

Beristáin, en su segundo largometraje, de la mano de los guionistas Javier Peñalosa (Juana Inés, 2016) y María Renée Prudencio (Tercera llamada, 2013) entrega un relato fluido, compacto y que tiene claro que más allá de una biopic, busca reflejar el papel de la mujer en el siglo pasado, las dificultades que incluso vivían las más destacadas figuras femeninas.

Sin ahondar en la obra de Castellanos, la película se centra en relación con Ricardo Guerra. Esta etapa de la vida de la poeta, se ve complementada con flashbacks de su juventud, recrea parte de los años como estudiante universitaria (donde inició su relación con Guerra), su estadía académica en España y su vuelta a México en Chiapas. Esta mirada al pasada, aunque amplía el panorama relativo a su vínculo con Ricardo, se siente con potencial sin explotar.

Además de una fotografía estética y bien llevada, la producción acierta con un minimalismo que es suficiente para transportar a las diferentes épocas en las que transcurre la historia. El Campus Central de la UNAM ayuda a abarcar de manera natural el feminismo presente en Castellanos, contraste con su casa, lugar donde sufría lo que denunciaba y donde ocurren muchas de las escenas dramáticas.

Una de las virtudes de la decisión de no realizar una biopic, es que logra presentar a la otra Chayo, la madre de familia, la esposa, la amante. Esta mirada posee una notable lectura de las cartas entre la escritora y su esposo, e incluso, se retoman algunos de sus mejores poemas, los cuales van acorde a las situaciones planteadas.

Las actuaciones son uno de los aspectos más destacados. Karina Gidi (Abel, 2010) hace una estupenda labor como Rosario Castellanos en su etapa adulta, ya que transmite esa lucha que suponían sus ideales y su vida conyugal. Por su parte, Tessa Ía entrega una versión joven e insegura de la escritora, interpretación que es convincente y entregada.

Daniel Giménez Cacho vuelve a dejar una excelente actuación como Ricardo Guerra en su faceta madura, quien funge como retrato del machismo de aquellos años. Pedro de Tavira hace lo propio como la contraparte joven del esposo de Castellanos, con una actuación adecuada pero un poco rezagada respecto al resto del elenco principal.

Aunque la cinta es concisa, lo cierto es que tanto para puristas como no iniciados en la vida de la escritora puede percibir insuficientes los 86 minutos de duración, debido a, quizá, una omisión de hechos que pudieron ayudar a conocer de mejor forma a la protagonista.

CONCLUSIÓN

Los Adioses resulta en una propuesta interesante, comprometida y bien realizada. Pese a que no ahonde lo suficiente en la vida de una de las más grandes figuras literarias mexicanas , lo cierto es que su ritmo fluido, junto a buenas actuaciones y una dirección de buen nivel, la hacen una excelente opción que demuestra que el cine mexicano tiene calidad, que además pueda transmitir mensajes que no dejan de estar vigentes.

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