Un asfixiante vehículo reflexivo.

A lo largo de los años, A24 se ha posicionado como el espacio donde las películas de autor pueden cobrar vida. No es para menos, directores ascendentes y consagrados han encontrado en el apoyo de la casa productora neoyorquina una realidad creativa innegable, abierta a todo tipo de propuestas que refrescan de un sofocante mercado donde imperan los blockbusters saturados en la forma pero con muy poca sustancia.

La frase “hacer mucho con poco” pareciera ser la filosofía del estudio que entre todo el cúmulo de temas variados en sus cintas (que tienen elencos llamativos, así como de una parte técnica pulcra), lo cierto es que todas coinciden en algo: abordar historias sólidas para dar un mensaje contundente, con una estética muchas veces cruda.

Y esto último se cumple con La Iglesia de la Salvación, una película interesante, dura, con giros inesperados, grandes actuaciones pero sobre todo, una llamada a la conciencia que se concreta de manera brillante.

LA HISTORIA

Ernst Toller (Ethan Hawke) es un reverendo de una pequeña pero histórica iglesia perteneciente a la Abundant Life, una rama evangélica del cristianismo y que esta a punto de cumplir 250 años de existencia. Sin embargo, el encuentro de Toller con el activista ambiental Michael Mensana (Philip Ettinger) y su esposa Mary (Amanda Seyfried) radicaliza poco a poco su ideología que lo llevará a revivir viejas (y peligrosas) crisis.

OPINIÓN

La maestría de Paul Schrader (guionista de Taxi Driver, La Costa de Los Mosquitos, Vidas al límite, entre otras) para contar una historia sólida y que propone varias discusiones que son interesantes, pero sobre todo, profundas que incluyen la religión misma, el ambientalismo, el activismo, la discusión respecto al aborto e incluso la corrupción de las iglesias y sus efectos políticos.

Un choque auténtico de pensamientos que cobra otro enfoque con una historia que no dejará al espectador hasta el fin de sus casi dos horas que pueden ser fluidas o muy densas (dependiendo que tanto se conecte con la cinta).

Habrá que destacar la construcción de personajes, sobre todo el de Toller, un reverendo al que el espectador va conociendo tanto en la vida cotidiana como en las situaciones límites que irán ocurriendo a partir de la llegada a su vida del matrimonio Mensana, donde el pasado del religioso saldrá a la luz.

Resulta interesante el uso del protagonista como narrador, que no busca describir lo que sucede sino que sirve como el medio por el que habla de sus emociones y pensamientos con el espectador.

La fotografía así como la dirección de cámaras ofrecen un deleite visual gracias a la utilización, mayormente, de luz natural , tomas abiertas, movimientos de cámara que acentúan la dimensión de los lugares (destacables los seguimientos a distancia para lograr una simetría pulcra) y un aprovechamiento visual de las locaciones que la dotan de un espíritu pueblerino, estéticamente atractivo, con colores sumamente llamativos (cielos con tonalidades casi fosforescentes y el uso de la luz para crear contrastes emotivos)

La música logra transmitir tensión, alimenta un ambiente de asfixia en los momentos de mayor shock, consiguiendo buen impacto en todas las escenas. Eso si, es minimalista y monótona, algo que funciona muy bien.

Las actuaciones son otro de los puntos de mayor fortaleza. Amanda Seyfried maneja un buen rango de emociones y aporta un contrapeso pacífico en la notable inestabilidad del reverendo. Por su parte, Ethan Hawke entrega una actuación notable, demostrando nuevamente su compromiso para cada personaje, consiguiendo otra magnífica interpretación que no solo soporta el peso de la cinta sino que le da los matices necesarios para brillar.

Por último, hay momentos de verdadera sorpresa que si el espectador no ha conectado con la película le pueden parecer sin sentido y el ritmo, que va por lapsos a fuego lento con poca acción (aunque con muchas cosas que llaman la atención), pueden no ser del agrado del público casual, además de concluir de manera abierta a la interpretación.

CONCLUSIÓN

La Iglesia de la Salvación ofrece una historia poco convencional que sirve como vehículo reflexivo sobre el ambientalismo, la religión y el activismo en general, así como de una interesante discusión respecto a la moral misma.

A24 nuevamente consigue ser una opción real para quienes buscan películas que tienen un balance genial entre forma y sustancia, que hacen de esta cinta un destino obligado para todo cinéfilo.

Tráiler oficial: