Sergio Flores Thorija se pierde en su propia travesía.
Póster oficial

Ficha Técnica
- Director: Sergio Flores Thorija
- Año: 2021
- Guion: Sergio Flores Thorija
- Actores: Alejandra Carrillo, Víctor García, Jaqueline Coronel, Jonathan Durán
- Distribuidora: Leap of Faith
- Fecha de estreno: del 8 al 25 de abril de 2022 en la Cineteca Nacional (México)
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( votes)Una travesía se define como un viaje por tierra, mar o aire en que se atraviesa una zona extensa. En este concepto, sin embargo, no se contemplan aquellos obstáculos, diferencias o dificultades que llevar a cabo dicha empresa involucra, y que van desde tener que abandonar el hogar propio hasta correr el riesgo de perder la identidad o las raíces. Tal recorrido es prácticamente un viaje a lo desconocido, donde es muy fácil perderse en el camino. De alguna forma, eso fue lo que le aconteció al realizador mexicano Sergio Flores Thorija con su segundo largometraje, intitulado justamente Travesías.
En él, deja atrás ese retrato íntimo de tres distintas sensibilidades femeninas abordadas en Tres Mujeres (o despertando de mi sueño bosnio), su ópera prima, y aterriza su nuevo trabajo en dos destinos: Tijuana y San Diego, donde el director nos presentará las historias de Alejandra y Víctor. Ella trabaja colocando uñas artificiales en un salón de belleza, mientras que él estudia negocios y está levantando su propia empresa. Ambos son personajes muy diferentes entre sí, y separados por una frontera la cual, al ser atravesada por ellos en algún momento (y en direcciones distintas), demuestran que esa división no es limitante para emprender un viaje donde se hable de las diferencias sociales, y un encuentro de dos mundos que, al menos en la visión de este realizador, son como agua y aceite.
La cinta, que se presenta en el marco de la 71 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, pretende reproducir las historias reales de ambos jóvenes -quienes no son actores profesionales-, de una manera en que el espectador pueda comprender la dificultad de las travesías a las que hace alusión el título, y de paso, hablar de la problemática social alrededor de estos dos lugares fronterizos separados solamente por un muro.

Desafortunadamente, el planteamiento de Flores Thorija no resulta ser el mejor, pues si bien las ideas estén ahí presentes, el realizador manifiesta una incapacidad de poder desglosarlas adecuadamente en la trama y, por ende, su ejecución resulta deficiente.
En su afán por contrastar esas distintas realidades, el argumento desarrollado por el propio cineasta termina por perder la brújula, volviéndose artificioso, sin conseguir desarrollar (y truncando con un desenlace abrupto) las motivaciones de los protagonistas. Del mismo modo, no sabe cómo sacarle partido a sus no-actores para obtener de ellos naturalidad y realismo, desembocando en una cinta que se siente maniquea, falsa y que falla en su representación de los problemas reales que se viven en este lugar del mundo.
De repente, en su narración Thorija parece contradecirse él solo, con situaciones que parecieran carecer de lógica o se resuelven mágicamente. Como acontece con Alejandra quien se ve en la necesidad de cruzar la frontera ilegalmente, y para resolver ese problema, debe cometer acciones cuestionables para reunir capital. Y más adelante en la trama pareciera que, en realidad no hay tal dilema o su resolución resulta algo de lo más sencillo. O que una vez que cruza la frontera (movida por la pérdida de alguien muy querido), termine por olvidar su duelo personal casi de inmediato y se entregue a una nueva vida, como si nada hubiese pasado.

Lo peor es que, en algún momento, Travesías cae en la dolorosa indulgencia de mostrar un lado de la frontera superior al otro, dejando una sensación de vacío, enojo o simple burla hacia las costumbres y actitudes del mexicano que resultan casi tan absurdas -aunque no tan clasistas- como las del mitad estadounidense y mitad mexicano con privilegios, a quien su travesía a México sólo sirve para corromperlo porque, como esgrime la cinta, todo es mejor en el país del norte.
No es que las historias reales de Alejandra y Víctor, al igual que las de muchas personas quienes por distintas razones y necesidades atraviesan una frontera –muchas veces poniendo sus vidas en riesgo-; carezcan de importancia, sentido, y que resulten impactantes y/o dolorosas. El problema es que Flores Thorija las plantea desde un lugar en el que no puede comprender o captar esos aspectos, y donde las diferencias y contrastes se inclinan más hacia una especie de sentido de preferencia, superioridad o falta de comprensión (y hasta de empatía) en relación a lo que quiere aterrizar en la cámara.
Aunado a una serie de actuaciones desganadas y poco convincentes, que tampoco ayudan a que el espectador conecte del todo con la causa y motivaciones de sus protagónicos, el relato da continuos tumbos y se alarga de forma innecesaria.

Sin embargo, algo que si vale mucho la pena es la fotografía y el manejo de la cámara por parte de Sergio, lo cual quizá el punto más rescatable del largometraje.
Así, Travesías se convierte en un proyecto engañoso en el cual, a pesar de la falta de presupuesto, porta una hechura y cuidado en su producción que lo aparta del cine de guerrilla, y lo sitúa más cerca de la escuela contemplativa de Bela Tarr o Carlos Reygadas, quien funge como productor ejecutivo de este filme, al cual parece haber contagiado con elementos de su propio estilo cinematográfico, pero que terminan por jugarle en contra. Y Sergio Flores Thorija se pierde en su propia travesía y no consigue darle a su película un tratamiento más certero. ¿Hubiera funcionado mejor como un falso documental? Es muy probable.
Tráiler oficial