Cuando el silencio resuena.

Póster Oficial

Con menor frecuencia, las personas suelen valorar la importancia de los aspectos más cotidianos de su día a día. No es para menos, la industria del entretenimiento busca desconectar la mente, transportar a otros mundos donde no se corren riesgos o simplemente, ser un acompañante que haga las veces de niñera o fondo sonoro para las rutinas que apuntan a seguir en casa por la pandemia.

No obstante, la temporada atípica de premios de 2021 llega para dar balance con cintas que traen a la conversación temas que muchas veces no se toman en cuenta. En el caso de “Sound Of Metal”, se explora de manera sólida lo crucial de los sentidos, especialmente del oído, mirada que ya ha redituado en varias nominaciones y en un recibimiento cada vez mayor para una película que demuestra que las propuestas sencillas pueden ser una opción real, además de una de las grandes apuestas por parte de Amazon al lograr varias nominaciones a los Oscar, destacando sobre todo la de “Mejor Película”.

LA HISTORIA

Ruben (Riz Ahmed) es un baterista perteneciente al dúo de metal Blackgammon junto con su novia Lou (Olivia Cooke). Viven en una casa rodante mientras conducen a través del país para brindar conciertos. Sin embargo, Ruben comienza a perder su audición de repente, por lo que se dirige a una farmacia para averiguar qué le está pasando. El farmacéutico lo recomienda con un médico, quien le realiza una prueba de audición y determina que Ruben sólo puede oír con éxito entre un 20 y 30 por ciento de las palabras y que su audición seguirá deteriorándose rápidamente. Es posible que pueda hacerse un implante coclear para corregirlo, pero los implantes son muy caros y no están cubiertos por el seguro. El doctor sugiere que Ruben debe primero eliminar toda exposición a ruidos fuertes y después de algún tiempo someterse a más pruebas, lo que lo pondrá en un terrible dilema.

OPINIÓN

En su segundo largometraje como director pero que marca su entrada al ojo internacional, Darius Marder entrega su primera ficción con gran acierto en todos sus apartados, mostrando una faceta distinta respecto a “Loot” (2008), documental que supone su debut y en que demuestra un estilo bastante sobrio pero de calidad, sobre todo en una edición dinámica mantiene el interés hasta en los momentos más lentos.

Inspirada en el estilo de vida del dúo Jucifer, historia que en un principio serviría para el documental sobre la banda conformada Edgar Livengood y Gazelle Amber Valentine, Darius y Abraham Marder demuestran un compromiso tremendo al documentarse respecto a esa escena musical un tanto underground, así como de todo el entorno relativo a la comunidad sorda, dejando un mensaje inspirador sobre la valía de las personas con dicha circunstancia.

Marder aprovecha al máximo el minimalismo de su puesta en escena para destacar la parte sonora y la actoral. Con un manejo destacado de la edición de sonido, la cinta consigue que el espectador pueda calzar los zapatos de Ruben, en sus dilemas, sus preocupaciones y emociones que suponen la pérdida súbita de la audición en el caso de quien vive pero sobre todo, se conecta con su pareja a través de la música. Labor que hace del silencio una virtud y que podría redituar en el Oscar a Mejor Sonido.

En la parte visual, la iluminación en la que predominan cielos nublados, lugares donde no entra mucha luz natural como la caravana o los cuartos de las diferentes locaciones, así como de los conciertos nocturnos, ayuda mucho a conectar con esa sensación de cambio, de lucha y de una realidad que cambia con pocas opciones disponibles: aceptar la nueva circunstancia tomando un camino donde se puede iniciar de nuevo u optar por una operación que además de costosa, resulta en un auténtico volado sin garantías de recuperar lo perdido.

Además de explorar como se han adaptado las personas sordas a esta situación, mostrando sus diversas formas de comunicación (teléfonos que transcriben lo dicho hasta el mismo lenguaje de señas), también deja claro que esta condición en su mayoría llega con el tiempo o por circunstancias que la desencadenan. Ese despertar en la audiencia se logra de buena manera por los diálogos y convivencia del protagonista con esa comunidad que vive de manera intensa su día a día.

Para conseguir lo anterior, se debe mencionar la participación de actores que tienen algún grado de sordera o que han convivido con personas con dicha condición. Tales son los casos de Jeremy Lee Stone, quien tiene una participación como profesor de lenguaje de señas, Lauren Ridloff, que interpreta a una maestra de un grupo de niños sordos o de Paul Raci, mentor de Ruben y que gracias a su buena labor ha sido nominado a Mejor Actor de Reparto en los Premios Oscar de 2021.

Por su parte, los dos primeros personajes son llevados de buena manera. Olivia Cooke da vida a Lou, novia de Ruben, la cual será quien impulse a que el baterista vea primero por su salud, estando obligada a alejarse tanto por lo anterior como por el hecho de que buscará seguir con su vida. Mención especial merece Riz Ahmed con su brillante actuación, misma que se fundamenta en un compromiso total al aprender tanto a tocar la batería como el lenguaje de señas. Sus gestos, su voz y sus cambios de look le dan grandes posibilidades de alzarse con el Oscar a Mejor Actor Principal.

Aunque la primera mitad lleva de buena manera a situar al espectador en el lugar de Ruben, lo cierto es que en la segunda mitad algunas resoluciones rompen un poco la línea que resultaba ser la más interesante. De la aceptación y mejora, la decisión que desemboca en el giro más importante del relato se aleja un poco del mensaje de aceptación, dejando momentos desoladores y un tanto pesimistas que quitan puntos a todo el resultado.

CONCLUSIÓN

“Sound Of Metal” supone en una propuesta brillantemente ejecutada que aprovecha una sencilla pero interesante premisa. Con un mensaje que se mantiene en gran parte de las dos horas de duración, la cinta demuestra que al tener un equilibrio entre forma y sustancia, los grandes presupuestos no son tan necesarios para garantizar una experiencia única, pero sobre todo, de impacto social. Es así que, de manera irónica, el silencio muchas veces resuena más que todo el ruido.

Tráiler Oficial