Acción, sangre y un poco de Hemsworth.

Póster Oficial:

Un buen tiempo ha pasado desde que los ahora muy solicitados hermanos Russo, Joe y Anthony, dejaran su pequeña huella en la comedia televisiva con comedias tan exitosas y aplaudidas como “Arrested Development” (2003-2005) o “Community” (2009-2011), entre otras colaboraciones para este formato.

Incluso en sus primeros largometrajes como “Welcome to Colinwood” (2002) presentada en Cannes o la muy olvidable “Tres Son Multitud” (You Me and Dupree, 2006), la vena cómica en sus proyectos los seguía de una u otra manera. Pero fue hasta que Marvel les dió la oportunidad de hacer la secuela del “Capitán América, El Soldado del Invierno” (2014) cuando llegó su momento.

Ahora, gracias a ese boom provocado por la moda de los superhéroes, los Russo han decidido experimentar en otros géneros, inclinándose sobre todo por la acción ya sea en su rol de directores, productores o guionistas. Es así que, siguiendo esta tendencia, los Russo y Netflix traen un nuevo producto original para este medio de streaming con Misión de Rescate (Extraction, 2020).

Como productores, los Russo deciden darle la oportunidad en la silla de dirección a Sam Hargrave, stunt man de larga carrera y conocido por los antes citados para dirigir esta vertiginosa ópera prima donde también se hacen acompañar de un viejo conocido del universo marvelita, Chris Hemsworth, en una cinta que adapta la novela gráfica “Ciudad” (2014) escrita por Ande Parks e ilustrada por el animador cordobés Fernando León Gonzalez, “Junior”.

La premisa sigue a Tyler Rake (Hemsworth), un mercenario que acepta realizar una misión de extracción que involucra al hijo de un rey del crimen encarcelado y los deseos de ve ganzs de su rival. Las cosas irán de mal en peor para Rake pero él no dejará de cumplir la misión, aun si le costara la vida.

El espectador se ve sumergido en un estilo de cintas de acción casi noventeras, recordando la esencia y estética de ciertas producciones de alto calibre en el género dadas por los productores Don Simpson (+) y Jerry Bruckheimer, en títulos como “La Roca” (Bay, 1996), con “Air: Riesgo en el Aire” (West, 1997) o “Dos Policías Rebeldes” (Bay, 1995), donde la acción exacerbada en un relato simple hacia lucir varios aspectos de las mismas sin mayor pretensión que entretener.

Es en ese estricto sentido donde esta producción original de Netflix cumple bien su cometido. Sin más, la acción es el principal atractivo de la cinta que esta llena de balazos y sangre al por mayor con una especie de John Wick que, a punta de puños y armas, se va abriendo poco a poco paso alrededor de todas las adversidades habidas y por haber.

Destaca ese enfoque casi de videojuego que en algunas secuencias el nóbel director utiliza, haciendo que el ritmo de la cinta se acelere y ofrezca buena dosis de adrenalina. Sin embargo, ese ritmo se rompe a veces, dando un buen descanso al espectador pero rompiendo esa sensación de peligro o amenaza que una misión de tal envergadura conllevaría, lo cual la hace un tanto irregular.

Los personajes resultan ser bastante unidimensionales, salvo Rake (Hemsworth) y Saju (Randeep Hooda), cuyo guión escrito por el mismo Joe Russo, les da cierto sentido a sus motivaciones, mezclando temas acerca de la familia y los hijos, todo esto con el afán de generar una mayor empatia con ellos, misma que se diluye al momento de la acción pura para dar paso solamente a lo básico. Tal es el caso, por ejemplo, de David Harbour, actor que parece no quitarse de encima ese estigma de “Stranger Things” y aquí funge como pretexto para el lucimiento del héroe protagonista.

En cuanto a lo técnico, la fotografía es bastante buena y aprovecha esos colores amarillos, verdes o azules de buena manera para las secuencias indicadas. Incluso en el apartado de peleas se nota la experiencia de su director en el ámbito. La edición es efectiva para el relato aunque tiene sus puntos bajos pero no cae en los cortes abruptos y demenciales casi de videoclip que otros directores si pecan de usar en exceso.

Al final, esta Misión de Rescate nos entrega justo lo que uno espera de ella: una cinta palomera, efectiva a ratos que remite a esa acción pura de los 80 y 90 pero con un toque hiperrealista que le da una esencia diferente sin llegar a ser una maravilla. Asi, este relato simple de acción es un nuevo intento por parte de los Russo de crearse un nombre mas allá del mundo de Marvel así como un decente ejercicio por parte de Sam Hargraves que, si tiene suerte, podrá tener la misma fortuna que otros colegas de oficio que dieron el salto de dobles de acción a directores del género.

Tráiler oficial