Un relato contundente sobre desigualdad y corrupción.

Póster Oficial

Desde su origen, México se ha caracterizado por retratar de manera cruda el panorama de su realidad que, aunque modernizada en la fachada, no ha cambiado en las problemáticas socio-políticas ni en los reclamos, muchos de estos plasmados en las diferentes disciplinas que se han vuelto retratos atemporales de un país que sangra todo el tiempo.

Como prueba de esto tenemos Mano de Obra, opera prima de David Zonana, una cinta con una premisa atractiva, excelentes recursos técnicos, actuaciones convincentes pero sobre todo, una ventana a un sector muchas veces ignorado: el de los albañiles.

LA HISTORIA

Francisco (Luis Alberti) y un grupo de albañiles trabajan construyendo una lujosa casa en la Ciudad de México. Tras la muerte de su hermano en la obra, Francisco se entera que su cuñada, ahora viuda, no recibirá indemnización alguna por parte del dueño de la casa. El grupo de albañiles buscará justicia no solamente por la nula compensación, sino también por una vida llena de carencias, contrastes y opresión.

OPINIÓN

En su primer largometraje, David Zonana aprovecha de buena manera el contraste entre el lujo de la casa en construcción y las decadentes viviendas de los albañiles. A la par, la trama va dando giros que enganchan al espectador, haciendo que empatice con Francisco, el grupo de albañiles que funge como una especie de familia lejana y reflexione sobre la situación tan desigual e injusta que viven estos trabajadores.

La iluminación y fotografía están al servicio de las locaciones, mismas que van adquiriendo diferentes significados conforme avanza la trama. La casa de la clase alta (vista como una propiedad más) es una puerta a una vida mejor para los trabajadores, vistos como invasores e incluso, actores sin una voz real, sin credibilidad y a quienes se puede ignorar.

Compartiendo semejanzas con Parasite de Bong Joon-ho como el significado del agua (algunas veces como recordatorio de su realidad o como agente de calma), las escaleras (en este caso, un puente que lleva a Francisco de lo más alto a la decadencia) o una segunda mitad que retoma esa premisa de invasores que aprovechan su oportunidad, la cinta también recoge mucho de la línea manejada por George Orwell en obras como Los Días de Birmania y Rebelión en la Granja.

La corrupción y la desigualdad se ven desde dos ángulos. Por un lado, los patrones hacen manejos turbios para no cumplir con sus obligaciones, aislados en su posición económica. Por otro, los trabajadores ven en la «tranza» la oportunidad para una vida mejor, con sacrificios pero con una notable recompensa que vale el riesgo.

El ritmo de la película es fluido, algo que se ve beneficiado por actuaciones bastante convincentes (algunos personajes están interpretados por albañiles reales) liderados por la buena labor de Luis Alberti (labor premiada hace poco con el Ariel a Mejor Actor), así como una excelente dirección y dinámico guión por parte de Zonana, mismo que se sostiene por las experiencias en trabajos de obra del cineasta.

Como puntos negativos se pueden indicar un final abrupto que deja con incertidumbre al espectador, una duración un tanto corta para el potencial de la historia y algunas situaciones que no terminan de cuadrar con todo lo narrado.

CONCLUSIÓN

Mano de Obra es una propuesta que funciona de manera efectiva al visibilizar la situación de los albañiles, espejo de lo que sucede en todo el rubro trabajador de otras ramas.

Como si de una respuesta se tratará, la primera cinta de David Zonana demuestra que el estímulo del FIDECINE es una ventana para proyectos alejados a las comedias románticas y un ejemplo más de que el cine mexicano todavía tiene mucho por ofrecer.

Tráiler Oficial