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El Gran Gatsby 2013 (Retroreseña)

Actualizando los excesos y el brillo de Fitzgerald.

Póster Oficial

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Ficha Técnica

  • Título Original: The Great Gatsby
  • Director: Baz Luhrmann
  • Año: 2013
  • Actores: Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan, Joel Edgerton, Elizabeth Debicki, Isla Fisher
  • Distribuidora: Warner Bros.
  • Plataformas para ver: Cinépolis Klic, Netflix, Google Play
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Francis Scott Fitzgerald, a través de sus atrapantes historias y de una narrativa magnética, se ha ganado su lugar como uno de los escritores más importantes de Estados Unidos en el siglo XX. Su influencia ha sido tal que el cine, la música y la televisión han recurrido a sus obras en varias ocasiones debido a su originalidad, pero sobre todo, a su éxito taquillero.

De entre todas sus obras, destacan con luz propia El Curioso Caso de Benjamin Button y, por supuesto, El Gran Gatsby. De este último, destacan dos adaptaciones: la de 1974 y 2013. La primera con el guión del legendario Francis Ford Coppola, la dirección Jack Clayton, un cast encabezado por la dupla Robert RedfordMia Farrow y la ostentación del vestuario de Ralph Laurent, dejaban una versión cinematográfica bien apegada al libro pero que se había centrado al melodrama de manera exagerada.

Casi 40 años más tarde, de la mano del exitoso Baz Luhrman, ofrece una versión actualizada del clásico estadounidense, donde la pirotecnia visual quizá la desvié un poco del trasfondo del emblemático Jay Gatsby.

LA HISTORIA

Nueva York, años 20. En la alta sociedad norteamericana, llama la atención la presencia de Jay Gatsby (Leonardo DiCaprio), un hombre misterioso e inmensamente rico, al que todos consideran un advenedizo, lo que no impide que acudan a sus fastuosas fiestas en su gran mansión de Long Island. Gatsby vive obsesionado con la idea de recuperar al amor que dejó escapar años atrás. Para ello se hará amigo de su vecino recién llegado, el joven Nick Carraway (Tobey Maguire).

OPINIÓN

El guión de Craig Pearce y Baz Luhrmann (colaboradores recurrentes) adapta de buena manera la mayoría de las escenas memorables de la obra. Sin embargo, hay que reconocer que algunas secuencias y personajes que explicaban la verdadera naturaleza de Gatsby han sido omitidas en favor de un producto fluido, a favor del ritmo frenético característico del director australiano.

Esto último se puede notar en la selección de canciones, que combina el foxtrot, jazz y music hall con pop, hip hop e incluso rap, que supone un interesante experimento que funciona sobre todo cuando los excesos están presentes. El enfoque hacía este tema es uno de los cambios principales respecto a la primera adaptación y a la prosa del propio Fitzgerald, donde el trasfondo de Gatsby iba más allá de la riqueza abrumadora de las mansiones o de los nuevos millonarios creados por los negocios ilícitos, en épocas de múltiples prohibiciones.

La utilización de animaciones y recursos visuales ayudan a plasmar excelentes secuencias que rescatan varias citas de la novela de Fitzgerald, respetando mucho de la esencia del propio Gatsby. La cinta busca que el espectador puede palpar el desenfreno por parte de la sociedad pero la sobriedad por parte de Jay, siendo esto uno de los mensajes de la historia.

Las locaciones, la iluminación deslumbrante y una fotografía que sufre un tanto por el 3D (que no siempre funciona), conforman una valiente apuesta, parte de esta nueva manera de recrear una época que ya cumple un centenar de años. Este esplendoroso y alucinante paisaje de brillo con mucho glamour, puede ser adictivo en gran parte de las 2 horas 20 minutos.

Esta saturación y uso del estilo-formato videoclip se lo debemos a su director Baz Luhrmann (Romeo+Juliet, 1998; Moulin Rouge!, 2001; Australia, 2008), donde a través de una edición rápida, un cuidado trabajo de diseño de producción y un ritmo que corresponde con la rapidez de la música, se aleja un tanto del melodrama en favor de una mirada en restrospectiva a una década que se asemeja a una estrella fugaz.

El vestuario es uno de los elementos más altos. Los trajes, los vestidos, zapatos y hasta los sombreros, reflejan diferentes estados de ánimo, además de complementar notablemente las exuberantes paletas de colores, mayormente en tonos pasteles (que corresponde a la clase alta y todos sus desenfrenos) y oscuros azulados (cuando la acción transcurre en la pobreza y la soledad representada en el puerto de Gatsby).

Las actuaciones son otro de los puntos fundamentales de la cinta. Leonardo DiCaprio encarna de forma excelente la excentricidad y personalidad apasionada del magnate, dándole su inconfundible sello e incluso, transmitiendo mucho del Jay Gatsby de la novela.

Tobey Maguire queda perfecto para el papel de Nick Carraway, el tímido narrador que supone esa mirada más empática respecto a su enigmático vecino. La ausencia de la historia de amor entre su personaje y Jordan Baker es sustituida de buena manera por la tribulación planteada al inicio.

Por parte de Carey Mulligan como Daisy Buchanan, entrega una buena actuación pero a la que le falta un poco de la actitud teatral y fingida tanto de Mia Farrow en 1974 como del propio personaje de Fitzgerald. Joel Edgerton por su parte, entrega un cínico de mente cerrada Tom Buchanan, el antagonista principal y que sin duda, impone más que la interpretación de Bruce Dern, que no lo hizo nada mal.

Elizabeth Debicki transmite esa sofisticación y frialdad por la que Luhrmann ha decidido desviarse. Mucho se extraña esa sensualidad que transmitía Lois Chiles en 1974, en la cual, cada que aparecía se robaba cámara y generaba una química con Sam Waterston, quien hizo Nick Carraway en aquella ocasión (por cierto, era bastante más ingenuo).

Por último, se aplauden las licencias tomadas para mantener el ritmo fluido a la cinta. Ejemplos de esto, la forma clandestina en la que entran al bar-restaurante lleno de personajes de «dudosa» moral, la presencia de personal de servicio afroamericano (reforzando la crítica al racismo del personaje de Tom) o la creación de una auténtica parte decadente del Nueva York de aquellos años.

CONCLUSIÓN

El Gran Gatsby es una magnética y vibrante actualización de aquellos años 1920. Si bien, el 3D, la saturación visual y la ausencia de algunas escenas que explicaban todavía mejor el trasfondo de Gatsby, le quitan puntos, lo cierto es que lo que se ha adaptado es aprovechado al máximo, haciendo un buen homenaje a la novela de Fitzgerald.

Tráiler Oficial

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Fotógrafo, escritor de reseñas, productor y locutor. Cofundador de Cine Geek.