Lo que a simple vista parece ser un pequeño e inofensivo artrópodo, sembrará el caos en un conjunto habitacional.

Póster oficial

Una noche un asteroide cae a la tierra y conforme pasa por la estratósfera, se va haciendo cada vez más pequeño hasta quedar del tamaño de una simple piedra. De ahí sale un ser con la forma de un arácnido que al recorrer un edificio es encontrado por una niña quien lo atrapa y lo convierte en su mascota, sin saber lo que esto le traerá consecuencias letales a ella, su familia e incluso a sus vecinos.

Aunque, en apariencia, es una película de terror, “Sting” también posee aspectos de comedia y de entretenimiento. Estos alivios cómicos encarnados por Noni Hazlehurst como Helga, una adulta mayor con Alzheimer o el exterminador Frank a cargo de Jermaine Fowler, funcionan para lograr que esta película entretenga sin buscar más allá de ese fin.

La película se siente como un homenaje al cine serie B, de ese en el que el bajo preupuesto podía convivir con los alcances de la ciencia ficción y el terror más rudimentario que además tenía su dosis de encanto a la vez que carisma. Es sin duda una analogía actualizada de los estragos de la radiación tocados en aquellas cintas pero que aquí se cambia por los efectos producto de la acción espacial, teniendo nuevamente a los humanos como peleadores antes criaturas gigantes.

Es curioso ver como una cinta de estas características haya venido de Australia. Kiah Roache-Turner, director-guionista de esta propuesta, se suma al fenómeno que ha sido el cine australiano en cuanto a ganarse la atención del público global, una industria que no requiere de grande presupuestos para sorprender y que es la viva imagen de aprovechar lo que se tiene para entregar cintas interesantes, funcionales o con su respectiva dosis de atractivo.

Para no caer en los excesos de terror o humor, el realizador agrega el componente dramático familiar. En esta ocasión, la base de este arco es el del conflicto que llega con el divorcio, el de los problemas que llegan de a pares, que suman también los de los nuevos involucrados como el caso de Ethan, padrastro de la protagonista que está en un momento de capa baja al pasar de ser un ilustrador afamado a un conserje o el caso del nuevo bebé que llega con este nuevo matrimonio que aleja la atención de la principal.

Esto supone un disparador dramático para que entre Sting, la araña, y la niña se construya un vínculo que supone otra capa más a esta historia. La infante encuentra en este monstruo la compañía que tanto le hace falta pero a un alto costo que el espectador irá descubriendo.

También destaca “Erik”, interpretado por Danny Kim, un extraño y misterioso vecino del edificio donde vive Charlotte, un biólogo quien al enterarse sobre el extraño comportamiento del arácnido convence a la jovencita para quedarse con él investigarlo a profundidad, pero sólo logra alimentarlo con animales cada vez más grandes por lo que “Sting” como lo llama “Charlotte” quiere más y más presas. Hasta que en una noche se escapa creando una serie de muertes a su paso.

Si buscas una película entretenida, que cumpla con ofrecer un rato lleno de sustos, emociones así como de risas, «Sting, la Araña Asesina» es ideal para salir con amistades o incluso, para tener una cita en pareja si disfrutan de películas de bajo presupuesto per con su dosis de carisma.

Tráiler oficial