Uno de los mejores proyectos dirigidos por Chava Cartas.

Póster oficial

Dentro de la sociedad mexicana hay tradiciones que forman parte de nuestra identidad. Desde eventos religiosos como la famosa procesión para cantarle las mañanitas a la Virgen en la Basílica de Guadalupe hasta cosas mucho más apegadas a nuestras raíces como las ofrendas en Día de Muertos donde se rinde tributo a todos los que han partido de nuestros terrenos mortales.

Pero hay una celebración en específico que ha marcado generación tras generación a las mujeres mexicanas y eso es la fiesta de los quince años, aquel ritual donde, en la lógica de los padres de este país, las niñas se convierten en mujeres en un ritual qué tiene de todo, desde actos bailables, padrinos, chambelanes poco agraciados y sobre todo, una mezcla peligrosa entre familia y amistades que puede resultar en algo memorable o desastroso, según sea el caso.

Ese ritual es explotado por Chava Cartas en su más reciente comedia, Sobreviviendo Mis XV, donde expone no sólo los exagerados absurdos que rodean esta celebración de entrada en sociedad para la joven, sino que abarca también una interesante historia de la identidad en plena crisis adolescente que se fortalece gracias a una gran labor de su protagonista, Berenice Longuitud, quien hace un gran equipo con dos actores cuya química sobresale desde su colaboración en el sketch y posterior serie del Teniente Harina, Memo Villegas y Verónica Bravo, quienes son los padres de la caprichosa y confundida adolescente.

Cartas, cuyo paso por la televisión y el cine ha entregado más tropezones de la talla de MexZombies (2022), Inquilinos (2018) o Amor Xtremo (2006), entre otros títulos, aquí encuentra un balance gracias a un sólido guion de Juan Carlos Garzón y Angélica Gudiño, que se centra en Danae (Longuitud) quien narra sus vivencias en primera persona mientras trata de quedar bien con todos, tanto su familia, su mejor amiga así como con los nuevos compañeros de clase, debatiéndose entre ambas caras de la moneda mientras ella defiende lo que es, lo que cree y quiere. En el proceso, se tocan temas como la discriminación y el clasismo así como la falda inclusión pero todo a través de un sentido de comedia inteligente que no depende del pastelazo absurdo para mantenerse.

Berenice Longuitud es, sin duda, una gran revelación pues ante todo nunca resulta ser una chica odiosa sino solamente conflictuada, conectando de buena forma con la audiencia que comprende los dilemas juveniles a los que se enfrenta gracias a una fiesta de XV años que ni siquiera es de su total agrado. A partir de ahí, se suman las subtramas acerca de la relación entre madres e hijas así como el dilema de los ‘nuevos ricos’, teniendo ese punto en común con Las Niñas Bien (2018) de Alejandra Márquez Abella, pero que aquí Cartas explota desde una vena humorística que resalta la problemática contenida de forma eficiente para no caer en un absurdo poco creíble o simplemente ridículo.

El diseño de arte, especialmente en lo que respecta al clímax del filme o la casa donde reside Danae con su familia, es bastante interesante pues ofrece ese perfecto choque de dos clases sociales en conflicto , sirviendo como el marco ideal para ese viaje de autodescubrimiento que deriva en un coming of age eficiente donde la prueba de fuego, por patriarcal o cuadrado que suene para algunos, es el pasar el umbral de la quinceañera sin morir en el intento. Ni que decir de la selección musical que por ahí mezcla ritmos urbanos con un tema de Chayanne que jamás falta en una ceremonia de ese tipo.

Si bien la comedia no es perfecta, si es uno de los mejores proyectos dirigidos por Chava Cartas, mostrando nuevamente que el burlarse de los estereotipos funciona y entretiene, pero si lo refuerzas con una cuestión acerca de crecer, encontrarse a uno mismo y empoderarse sin necesidad de un romance burdo típico del género en el cine mexicano, es suficiente para crear una historia con la que uno quiera ser chambelán de la festejada para sobrevivir de forma agradablemente sorpresiva a unos XV años inolvidables, con todo y escena post créditos que abre la puerta a un muy peculiar ‘multiverso’ del cine nacional.

Tráiler oficial