Nostalgia y básquetbol a lo grande.

Póster oficial

En 1990, un grupo de jóvenes apasionados por el básquetbol eran las estrellas de un manga que conquistó en cuestión de 6 años a Japón, impulsando una fiebre por el deporte ráfaga en dicho país. Como no podía faltar, su adaptación animada llegaría en 1993, la cual ganaría aún más adeptos y se expandirá por el mundo en una década en la que las producciones niponas resultaban en tesoros, respiros y propuestas frescas en occidente: su título Slam Dunk.

Sus partidos épicos, sus personajes y una correcta dirección para capturar la acción propia de esta disciplina, hicieron de la creación de Takehiko Inoue una de esas joyas que tanto emocionó a jóvenes mexicanos en 1998 y, posteriormente, al resto de Latinoamérica. 

El tiempo pasó y un final que se dejó abierto en 1996 dejó una incertidumbre que sólo creció en aquella generación que se apasionó con estos deportistas, mientras que nuevas generaciones elevaban este animé, pidiendo que se les diera esa conclusión que tanto hacía falta.

Para fortuna de todos ellos y de un público general que busca cada vez más nuevas emociones cinematográficas, Toei junto a Konnichiwa Festival y Cinépolis con su iniciativa +QueCine, traen a los cines mexicanos The First Slam Dunk, una trepidante cinta de animación impresionante y un guión espectacular que podrá ser un acercamiento más que ideal para nuevos iniciados o, en el caso de los más adeptos, un viaje hacia la nostalgia de primera calidad.

HISTORIA

El ‘velocista’ y base armador de Shohoku, Ryota Miyagi, siempre juega con inteligencia y a la velocidad del rayo, corriendo en círculos alrededor de sus oponentes mientras finge serenidad. Nacido y criado en Okinawa, Ryota tenía un hermano tres años mayor. Siguiendo los pasos de su hermano mayor, quien fue un famoso jugador local desde muy joven, Ryota también se volvió adicto al baloncesto. En su segundo año de secundaria, Ryota juega con el equipo de baloncesto de la escuela secundaria Shohoku junto con Sakuragi, Rukawa, Akagi y Mitsui para entrar a la cancha del Campeonato Nacional Inter-escolar. Y ahora, están a punto de desafiar a los campeones reinantes, la escuela Preparatoria Sannoh Kogyo.

OPINIÓN

Desde el principio de la cinta el espectador conecta sólidamente con Ryota Miyagi, de quién se explora los traumas por la muerte de su hermano mayor (figura indiscutible, inspiración para dedicarse al básquetbol) así como de parte de su proceso vital que lo ha llevado hasta este momento tan esperado. Cada flashback calza a la perfección con el momento que se vive en el partido, siendo los aprendizajes de cada uno de ellos la clave para competir en esta final.

La dinámica entre los compañeros de Shohoku es natural, mostrando diferencia con el trabajo en equipo de Sannoh. Cada uno de los jugadores tienen su propia habilidad, la cual luchará con las del equipo rival, generando grandes momentos de intenso dramatismo, de mucha emoción y de adrenalina que le darán nuevos significados a distintos símbolos, gestos, miradas o diálogos presentes en toda está aventura.

Resulta destacable la labor de animación para regalar escenas de alto voltaje  así como de un fuerte impacto emocional que serán una auténtica delicia. Ejemplo de esto se puede hallar en un opening en el que muestra el proceso de dibujo de los personajes pasando de líneas con lápices a animación en 3D, acompañada de un tema musical de alta calidad titulado Dai Zero Kan’ del grupo 10-FEET o también en una secuencia en el que, tras detenerse el tiempo, se continúa con una velocidad alta.

El doblaje es de primer nivel, dándole volúmen a los personajes; Ferso Velázquez ofrece una interpretación a la altura del peso en la trama de Ryota, que además cuenta con una versión infantil bien llevada por Carlos Eduardo Guilbert; Sergio Bonilla le da seriedad al talentoso Rukawa, generando situaciones en las que su voz dota de mayor presencia al personaje; Héctor Estrada como Akagi es imponente, ya que transmite el poderío físico del capitán del equipo; Óscar López también hace lo propio con Mitsui, quien será vital.

Mención aparte merece René García prestando su voz al carismático Sakuragi, quien no solo sirve como alivio cómico sino que genera grandes homenajes del baloncesto, encarnando perfectamente la personalidad de Dennis Rodman solo que aquí es un novato que deberá aprovechar su intempestivo comportamiento para hacer la diferencia.

No está de más decir que como en el anime, las reglas y el ambiente del básquetbol se respetan, algo que le da aún más valor a las jugadas que sorprenderán a más de uno.

Si bien, hay momentos de flashback y de cierto drama que puedan dar bajones al ritmo, lo cierto es que The First Slam Dunk es una experiencia cuál montaña rusa, manteniendo las emociones típicas de las películas deportivas pero aprovechando las dinámicas que permite la animación japonesa.

Tráiler oficial