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Hasta los Huesos | Reseña

Una sombría historia de autodescubrimiento.

Póster oficial

2.5

Ficha Técnica

  • Título original: Bones and All
  • Director: Luca Guadagnino
  • Año: 2022
  • Guion: Dave Kajganich
  • Novela: Camille DeAngelis
  • Fotografía: Arseni Khachaturan
  • Música: Trent Reznor, Atticus Ross
  • Elenco: Taylor Russell, Timothée Chalamet, Mark Rylance, André Holland, Michael Stuhlbarg, Chloë Sevigny, Jessica Harper, David Gordon Green
  • Distribuidora: Warner Bros. Pictures
  • Fecha de estreno: 1 de diciembre de 2022
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El canibalismo, acto hermano de la antropofagia, es un acto capaz de relacionarse con los rincones más oscuros de la naturaleza humana. El tema ha sido abordado desde hace mucho tiempo en el cine, siendo el terror la principal aproximación a ambos términos con cintas como Holocausto Canibal de Ruggerio Deodato (1980), Voraz de Julia Ducournau (2016 ) o Ravenous de Antonia Bird (1999), entre muchas otras, desde el ámbito de la ficción. Incluso existen documentales como Caniba (2017) acerca de un caso real de un asesino japonés que cometió actos atroces de esta índole. 

Ahora toca el turno a Luca Guadagnino, prestigioso realizador italiano, de tomar una novela escrita por Camille DeAngelis y adaptarla con su colaborador constante, el guionista David Kajganich, a un relato cinematográfico que causa naturalmente una división entre la audiencia que puede salir encantada o escandalizada de este relato de almas perdidas, de parias de la sociedad con sus respectivas dosis de melcocha y sangre.

En Hasta los Huesos, conocemos a Maren (Taylor Russell), una adolescente de apariencia tranquila que vive en un pequeño pueblo con su padre. Sin embargo, durante una pijamada con sus amigas, la joven desata un instinto oculto: las ganas de comer carne humana. Esto será el comienzo de un viaje y un despertar para ella que cambiará el mundo de Maren para siempre.

Guadagnino nos lleva a través de lugares olvidados, presentándonos a otros personajes que padecen lo mismo que Maren, siendo el punto de inflexión su encuentro con otro joven, Lee (Timothee Chalamet) sintiendo una conexión inmediata debido al abandono, su condición de comer carne humana, además de un desarraigo, una sensación de no pertenecer a ningún lado que podría ser similar a lo manejado por Terrence Malick en Badlands (1973), o incluso, entrados en el género, a los vampiros excluidos de Los Muchachos Perdidos de Schumacher o los rebeldes de Near Dark de Bigelow.

Si bien esta relación se convierte en el hilo conductor de súbito, es posiblemente ese romance tórrido y salvaje en el que se ven absortos el que le va quitando fuerza a un relato que no teme en mostrar brutales muertes o violencia extrema. Sin embargo, todo se vuelve a ratos lento, meloso y la poca química entre Chalamet y Russell hace que la pareja de parias se aleje de otras memorables como Bonnie y Clyde (Penn, 1967) o Queen & Slim (Matsoukas, 2019), otros fugitivos de su destino que si contagian interés por saber su destino más allá de lo fatídico que pueda resultar.

A pesar de la cursilería exacerbada de Guadagnino, el aspecto estético del filme es algo de lo que resulta más atractivo. Desde la fotografía hasta el diseño en los personajes, la constante oscuridad y los paisajes de un país desconocido o hasta salvaje se contraponen de buena forma ante la salvaje tragedia de Maren y Lee. También, los personajes secundarios y alguno que otro cameo interesante salvan a esta cinta de un atroz destino.

Entre las destacadas apariciones secundarias está el director de la nueva trilogía de Halloween, David Gordon Green, así como Michael Stulhbarg y Chloe Sevigny. Pero es el pequeño papel de Mark Rylance el que se lleva las palmas al lograr un balance ideal entre el rechazado que reside en medio de las sombras, aquel que hará de todo para sobrevivir, para comer su deseada carne, dando una sensación intimidatoria desde la primera vez que aparece en pantalla.

La música de Trent Reznor y Atticus Ross de repente no encuentra un buen equilibrio, pues en algunos momentos tensos funciona de maravilla pero es en los instantes medio cursis del filme en los que la partitura se pierde, cayendo en lugares comunes que hacen camina y aborrante esta relación de adolescentes. Y ese desbalance también se encuentra en el tono narrativo del realizador italiano, pues de nueva cuenta da de tumbos para hacer creer a la audiencia los límites del romance con el horror, donde hay ejemplos más destacados como Solo los Amantes Sobreviven, de Jim Jarmusch.

Así, cruzando la línea entre los límites de lo fantástico y lo crudo, Hasta los Huesos resulta ser una sombría historia de autodescubrimiento por momentos gratuita en su violencia y excesiva en su amorío, donde la conflictuada Maren se escurre en los recovecos de sus raíces mostrando un lado muy oscuro de la naturaleza humana pero que, tristemente, se queda en algunos esbozos llamativos pero termina por ser un relato con tono telenovelesco que bien podría llamarse Los Caníbales también lloran, dejando muy de lado el drama realista sin poder, irónicamente, morder ese espectro.

Tráiler oficial

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Comunicólogo, cinéfilo, amante de la lectura.