Un acogedor, reflexivo y poderoso recordatorio sobre la importancia de escuchar para comprender.
Póster oficial
Ficha Técnica
- Título Original: C´mon C´mon
- Director: Mike Mills
- Año: 2021
- Guión: Mike Mills
- Fotografía: Robbie Ryan
- Música: Aaron Dessner, Bryce Dessner
- Actores: Joaquin Phoenix, Woody Norman, Gaby Hoffmann, Brandon Rush, Mary Passeri, Khadija Emma Neumann, Cooper Jack Rubin, Elaine Kagan, Kate Adams, Mya Gonzales, Artrial Clark
- Distribuidora: Diamond FIlms
- Fecha de estreno: 28 de abril de 2022 (México)
User Review
( votes)De vez en cuando se hace menester reflexionar sobre las cosas que se dan por hecho pero que son importantes como lo son la salud mental, manejo de las emociones, el vínculo familiar o, la visión que los niños tienen del futuro, temas que han tomado fuerza en las discusiones tras una pandemia que hace que el público añore la cotidianidad que antes se pasaba por alto.
Tras una pandemia que continúa y conflictos cada vez más acentuadas, A24 de la mano del director Mike Mills ofrecen con C’mon C’mon una oportunidad audiovisual para debatir en solitario o en compañía sobre estas interrogantes, a través de una impecable parte visual, compromiso por parte de todos los involucrados y un formato que se acerca al público como si de un documental se tratara.
HISTORIA
Johnny, un director de documentales (Joaquin Phoenix) tiene un nuevo proyecto en el que tratará la historia de niños superdotados. En el proceso de hacer el documental, empezará a estrechar su relación con su sobrino Jesse (Woody Norman), un niño muy sensible que se esconde tras una gran inteligencia, que convive con su padre, quien vive con bipolaridad y está en el comienzo de un episodio de manía.
OPINIÓN
Tras un buen recibimiento crítico con Thumbsucker, Begginers y 20th Century Women, Mills se confirma como un director que sabe cómo construir cintas efectivas a través de premisas que en el papel suenan simples pero que son abordadas con creatividad a la vez que profundidad.
Para su cuarto largometraje, el nacido en California utiliza un estilo que emula un detrás de cámaras, como si de un documental se tratará, para poder desarrollar la relación tío-sobrino de una manera más natural, más convincente. La cámara en mano, con un espacio que pareciera respetar el espacio de los personajes, genera una vibra entrañable que hace al espectador un acompañante en esta travesía.
En cada diálogo, en cada interacción y gesto, el cineasta da sólidamente el contexto necesario para comprender las motivaciones, a la vez que brindan de la información requerida para que los momentos dramáticos, divertidos y de disfrute de las diferentes ciudades a las que manda el trabajo de Johnny, lugares donde tanto él como Jesse se conocerán profundamente.
La construcción de personajes está bien desarrollada, dándoles elementos interesantes que los hacen peculiares y excéntricamente encantadores. Los hábitos que tienen, sus miradas y las vivencias que se muestran a través de flashbacks bien implementados, ayudan a construir trasfondos importantes y relevantes en el relato. Todo esto, a través de una estructura a modo de antología, con títulos que van de la mano de manera simbólica con lo que se verá.
A la par de la trama central, las preguntas y audios grabados por el documentalista ficticio, dan momentos de auténtica reflexión que acompañan las diferentes situaciones de la familia principal. Escuchar a los diferentes niños, respondiendo distintas preguntas, y que habitan en lugares diversos, dejan poderosas enseñanzas que son un llamado de atención para los padres de hoy para hablar, pero sobre todo, escuchar con mayor cuidado a sus hijos.
A través de Paul, el padre de Jesse, y los efectos derivados de su estado psicológico, se plasma la importancia de la comunicación para poder ayudar tanto a las personas en esas condiciones como a los familiares, quienes muchas veces requieren de sacar sus emociones, sin temor a la crítica, bien ilustrado por la frase «está bien no estar bien».
Los sonidos, los acentos, las atracciones y elementos comunes como lo son restaurantes, puentes, la playa o la forma de los lugares donde se hospedan los principales, enriquecen las respuestas que dan los infantes entrevistados, exigiendo atención en el público y evitando distracciones que podrían darse por los colores de cada ciudad.
El humor manejado por Mike Mills basado en chistes inteligentes entran en el momento justo, evitando que el paso de lo dramático a las escenas de mayor alegría sea de golpe. A la audiencia le dan el tiempo para procesar lo visto, ya sea con un momento de convivencia entre los protagonistas o de Jesse y compañeros del documentalista, o con la grabación de las preguntas por parte de Johnny.
La música de Bryce y Aarón Dressner dan mayor amplitud emocional a las escenas en las que están insertadas. La nostalgia, la paz, el conflicto, tristeza y miedo son elevados a la vez que complementados por estas composiciones así como por la selección de obras ya existentes que van desde Irma Thomas hasta Mozart.
Las actuaciones son comprometidas. Woody Norman refleja naturalmente todas las pruebas, emociones y sentimientos que vive el pequeño e inquieto Jesse, generando una química poderosa tanto con su tío como con su madre en pantalla. Gaby Hoffman como Viv, la madre de Jesse, refleja poderosamente el difícil proceso que vive con su esposo Paul, la reconciliación con su hermano y todo lo que conlleva ser madre, descrito acertadamente como «no saber que hago y hacer eso cada día».
Mención especial requiere la interpretación de Joaquin Phoenix, quien interpreta a Johnny dándole dimensión a todos los sentimientos que llegan en cada capítulo-relato pasando de los nervios por no saber cómo cuidar y entender a su sobrino, hasta la preocupación por su familia y felicidad por reconstruir la relación con su hermana que da pie al desarrollo del vínculo con su sobrino, una versión igual de curiosa que él.
Pese a algunos momentos que se cocinan a fuego lento y ciertas concesiones que hay con la conducta del niño que pueden sentirse como un aplauso hacía el mal actuar, C’mon C’mon es una cinta que vale la pena ver en el cine, una oportunidad para que padres e hijos reflexionen sobre su estado comunicativo, la importancia de escuchar, de decir lo que se siente y sobre todo, que no siempre se puede estar bien, que también es válido estar mal pero sin dejar de seguir adelante.
Tráiler oficial