Las tragedias encausan las banderas.

Póster Oficial

El escándalo. La ignominia. Los abucheos y la humillación. En las calles de la Ciudad de México se supo y en las páginas de la historia, hasta con caricaturas de José Guadalupe Posada quedó guardada la anécdota: 42 hombres 41 hombres detenidos por bailar vestidos de mujeres en una fiesta privada, sometidos a juicio moral y “lo peor”, muchos de ellos con cargos públicos.

Al “que escaparon” era yerno del presidente. A Don Porfirio le importaba su reputación y se hizo hasta lo imposible por amortiguar el escándalo que ahora se ha convertido en un estandarte de la causa a favor de los derechos LGBT+. Una lucha que tomó relevancia muchas décadas después y que todavía tiene camino por recorrer, en muchos lugares más que en otros.

De ese particular hecho histórico David Pablos retoma la anécdota y nos entrega su segundo largometraje, después de Las Elegidas (2015). Con Alfonso Herrera como Ignacio de la Torre, yerno de Don Porfirio (Fernando Becerril) y Mabel Cadena como Amada, hija del presidente, se realiza un retrato de ficción intimista sobre cómo se imaginan Pablos y Monika Revilla lo que pudieron ser semanas antes al baile y días después a este.

En el imaginario previo al escándalo conocemos a Evaristo Rivas (Emmanuel Zurita), un nuevo funcionario que será el novato del club privado y exclusivo para hombre con poder que disfrutan de la compañía de otros hombres de una forma que la sociedad moralizante de entonces no permitía. Esa es la historia que nos cuenta Pablos en su segundo largometraje y nos brinda una película de ficción histórica que da voz a quienes son vistos bajo la lupa de la otredad.

Proyectada por primera vez en la clausura de la más reciente edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, El baile de los 41 ya era una de las películas más esperadas de este año y da un respiro a la cartelera comercial que estamos acostumbrados en materia de cine nacional. Curiosamente, en el mismo festival que debuta Mabel Cadena en cine otra película La diosa de asfalto (Julián Hernández).

Lo bueno

La fotografía, que nos remite a las actividades que se realizan entre sombras y escondidos bajo la tenue luz de las velas, ambienta en planos cerrados una recreación de época que es irreconocible para la modernidad que hay en la ciudad capital de México. Una época que no habíamos tenido presente en pantalla grande desde Arráncame la vida (Roberto Sneider, 2008) y un breve atisbo en La habitación (2016).

La actuación de los tres protagonistas es destacable. Alfonso Herrera, quien ha tomado un estandarte aliade con la causa LGBT+ desde su papel con las Hermanas Wachowski en Sense8 (con temor a equivocarme) y ha consolidado su carrera desde que RBD dejó de emitirse en televisión. Emmanuel Zurita alude a un personaje más imaginario y Mabel Cadena transmite la tensión de vivir como mujer en un mundo gobernado por hombres: el sistema, el heteropatriarcado, el machismo más puro de la época porfirista.

Por lo anterior, llama la atención que el retrato intimista de un matrimonio por conveniencia sea el núcleo de una historia, que deja al baile de los 42 como un mero pretexto, para contar más allá de la homosexualidad; también sobre un sistema opresor y represor, marcado por las buenas costumbres y las apariencias.

Lo malo

Curiosamente, el efecto empático hacia la comunidad gay se percibe más como una exhibición de curiosidades y la escenificación de sus miembros se percibe más cliché que natural, además de que la trama se decanta en una historia de amor que no se permitió seguir. Del mismo modo, la construcción del personaje de Amada —el personaje de Cadena— tiene más escalas de profundidad, por lo que percibimos mayor empatía por ella que por Ignacio —Herrera más bien desaprovechado— cuando la tensión de pareja explota. En el personaje de Herrera vemos a un hombre con poder, aunque víctima del sistema que no le permite ser quien es, quien puede volverse victimario en el hogar. Un hombre poderoso que solo puede ser detenido por otro hombre más poderoso.

La película llega a salas de cine el jueves 19 de septiembre. Escaparse con las medidas de prevención necesarias en estos tiempos vale mucho la pena. La historia que conocemos de rumores ya tiene una visión cinematográfica y la secuencia de homenaje a cada uno de los 42 miembros del club bien es la que debe permanecer un siglo después, donde nuestros gustos, actividades y preferencias cada vez aparecen menos en titulares vergonzosos.

Tráiler Oficial