Una adaptación sin balance ni justicia.

Póster oficial:

En los últimos años, la batalla entre DC y Marvel se ha trasladado del cómic a la industria audiovisual. Mientras que “La Casa de las ideas” ha construido de manera paciente y efectiva un universo cinematográfico live action, “Detective Comics” ha generado un rico y genial estilo en sus producciones animadas.

Desde las primeras series de Superman, pasando por las geniales series de La Liga de la Justicia y adaptando de manera (mayormente) exitosa emblemáticos números de su catalogo (como el caso de The Killing Joke), la dupla DC–Warner Bros es sinónimo de productos que además de entretener, poseen un encanto pero sobre todo, hacen justicia a su material original, además de motivar la lectura de su fuente escrita.

Para 2020 llega a los servicios digitales la versión cinematográfica de Superman: Red Son, que si bien mantiene el estilo tradicional de animación de Warner Bros. así como de un buen intento por ser fiel a la obra original, lo cierto es que la corrección política, un mal desarrollo técnico y falta de dinamismo en sus secuencias de acción no le permiten demostrar todo el potencial de su premisa.

ANTECEDENTES

Corría 2003 cuando Mark Millar, uno de los guionistas más respetado de la industria del cómic que cuenta con títulos como Kick Ass, Swamp Thing y varios spin off tanto de Marvel como de DC, creó el cómic bajo la premisa “¿qué pasaría si Superman hubiera sido criado en la Unión Soviética?”.

Teniendo como base esta idea tan interesante, Millar consigue en poco más de 160 páginas una historia interesante, dinámica, donde se deja satisfechos a los amantes de los cómics debido a sus sólidas referencias, pero también resulta en un material perfecto para que los no iniciados en este extenso mundo logren conectar con la historia, personajes y por supuesto, un guion fenomenal.

Por qué no solo hace un cambio más que llamativo en lo ya establecido, sino que plantea diferentes cuestionamientos que abarcan desde las ideologías políticas (capitalismo y comunismo), la ética, la condición humana, entre otras tantas.

LA HISTORIA

En una realidad alternativa, una nave cae en Ucrania, en el fin de la II Guerra Mundial. El pasajero de ese vehículo es nada menos que Superman, quien se convertirá en el simbolismo del comunismo y del régimen liderado por Stalin. Gracias a la presencia de “El Hombre de Acero”, la URSS logra tener el apoyo de la mayoría de los países del mundo mientras que Estados Unidos se va aislando, siendo uno de los pocos países que mantiene el sistema capitalista, quién tendrá en el Doctor Lex Luthor su principal enemigo.

LO BUENO

La cinta respeta en buena manera los sucesos más importantes del cómic, manteniendo en la mayor parte de los personajes la construcción pero sobre todo, las características físicas de los mismos.

Algunos cambios narrativos funcionan bastante bien para el desarrollo en pantalla de la historia ya que ayudan a que ciertos momentos pasen de manera más fluida.

La música de Frederik Wiedmann es uno de los aspectos más notables de la película. Cada escena se mantiene gracias a sus composiciones que dotan de cierto grado de epicidad o dramatismo al desarrollo de las diferentes secuencias.

Aunque todos los actores de voz lo hacen excelente, sobresalen Jason Isaacs, Diedrich Bader y Vanessa Marshall como Superman, Lex Luthor y Wonder Woman respectivamente, haciendo que cada uno de estos personajes tengan una identidad propia, diferente de otras producciones.

Además, hay muchas referencias que los más adeptos podrán disfrutar a lo grande.

LO MALO

Pese a que el estilo de animación corresponde al estilo de Warner Bros-DC, lo cierto es que en ocasiones se ve bastante elemental, haciendo que las escenas de acción pierdan bastante fuerza, ejemplificado sobre todo por un choque entre 3D y 2D.

Si bien, mantiene los acontecimientos más importantes de la trama y algunos cambios funcionan, esta adaptación introduce de manera forzada elementos de la corrección política que en el cómic estaban incluidos.

Prueba de ello resultan Lois Lane, que si bien en el material de origen es bastante fuerte y crítica hacía Lex Luthor, aquí le quitan la mítica química con Superman, que en el cómic solo es detenida por su fidelidad matrimonial. Mismo caso con Wonder Woman, personaje que en la cinta se torna en un ataque exagerado hacía los hombres, recurrente e incluso, se agrega un mensaje pro LGBT (si bien, en sus origen, la Princesa Diana jugaba con ese elemento, en la nueva narrativa por parte Millar este no se incluye para dar paso a un feminismo real, contundente y sin exageraciones).

Otros cambios aplicados que son resultado de lo anterior le quitan bastante de la acción que la trama ya tenía, entre ellas varias batallas omitidas y momentos épicos.

En muchos momentos, la historia no termina de explotar como en las páginas escritas, algo que da como resultado que el clímax y el final carezcan del giro que hizo de Superman: Red Son una de las historias más redondas.

CONCLUSIÓN

Superman: Red Son puede funcionar como un motivo de acercamiento para los no conocedores del universo de los cómics y superhéroes, además de que resulta en un vínculo para adentrarse en las páginas de la obra original.

Sin embargo, la corrección política, animación un tanto deficiente y falta de acción pueden quitar brillo ya latente desde su base. Aún así, es una buena opción para pasar el rato, que si eres fan de este universo disfrutarás de las muchas referencias incluidas.

Tráiler oficial: