Potencial latente pero sin explotar.

Póster oficial:

Clichés, guiones formulaicos y cintas sin alma han sido elementos predominantes en el cine en general, sobre todo en el género del terror y sus diferentes vertientes. No obstante, la tendencia apunta a un horizonte más brillante gracias a propuestas atrevidas como Midsommar, The Witch, The Lighthouse o Get Out, las cuales consiguieron exitosamente proponer algo diferente y de calidad.

Con este impulso creativo, llega Gretel and Hansel, una nueva reinvención del legendario cuento de los Hermanos Grimm que si bien posee elementos técnicos, atmósferas, buenas actuaciones y un cúmulo de simbolismos interesantes, no consigue explotar ni aprovechar el potencial que la dota de argumentos para ser un clásico moderno.

LA HISTORIA

En Baviera, a principios del siglo XIV, Gretel (Sophia Lillis) y Hansel (Sam Leakey), de 13 y 12 años respectivamente, viven en la miseria más absoluta. Su padre murió hace años y su madre ahora está casada con un malvado hombre. Debido a la falta de recursos y al creciente miedo que les produce su padrastro, Gretel y Hansel deciden huir del pueblo en busca de un futuro mejor.

En el bosque se encuentran con varias personas que, de una forma u otra, intentan aprovecharse de ellos. Huyendo de unos y otros, conocen a un amigable cazador que por fin les indica cual es el camino seguro a seguir. Así, los dos hermanos llegan a la cabaña de Holda (Alice Krige), una simpática mujer que decide acogerlos. Al principio disfrutan de la abundancia de comida y los juegos, pero pronto se dan cuenta de algo no acaba de encajar. Lo que Gretel y Hansel no pueden imaginarse es que en esa cabaña tendrán que enfrentarse a sus peores miedos si quieren sobrevivir.

LO BUENO

Uno de los puntos más fuertes de esta cinta es el apartado visual. Con una cinematografía que se combina a la perfección con un excelente diseño de producción, vestuarios e iluminación, las atmósferas que generan tensión son más que efectivos y muy atractivos por una oscuridad que va acorde a la historia pero sobre todo, a la esencia de los Hermanos Grimm. Resulta aplaudible la dirección de cámaras, donde cada movimiento, toma o ángulo funcionan en el momento adecuado.

Las libertades que se conceden para construir la trama y los elementos de este nuevo mundo fantástico, funcionan para crear una identidad diferente que le da otro sabor a lo que ya se conocía.

La música, elaborada con una base electrónica-gótica, calza a la perfección con la estética oscura, misteriosa y tensa. Si bien toma inspiración de Joy Division y Stranger Things, hace que el producto final posea un sello distintivo y propio, que hacen más llamativa la experiencia.

Las actuaciones de Sophia Lillis, Sam Leakey y Alice Krige, se muestran comprometidas, siendo la de Lillis la que mayor impacto genera, ya que responde bien al peso que debe llevar.

Por último, la trama presenta escenas más que memorables, impactantes y de gran valor simbólico que hacen que el espectador se mantenga atento a todo lo que va ocurriendo. Esto es un mérito, ya que se logra a través de una historia conocida por todos.

LO MALO

Pese a sus elementos más que favorables, la cinta cae en baches de ritmo que le impiden terminar de explotar o hacer más impresionantes las escenas de impacto.

El guion es irregular en las formas de abordar la historia, algo que se traslada a las actuaciones, donde no deja que brille aún más. Algo que ha caracterizado mucho a su director Oz Perkins, quien tiene en su historial como cineasta las irregulares The Blackcoat’s Daughter y  I Am the Pretty Thing That Lives in the House.

Aunque tiene una fotografía espléndida, maquillaje efectivo y una creatividad interesante al momento de elaborar a la Bruja y a las otras criaturas del bosque, las animaciones así como algunos efectos especiales fallan, haciendo notable la labor de computadora, quitando credibilidad a lo que acontece.

Lo que más aqueja a la experiencia es un final que se corta de golpe, sin oportunidad para cerrar de una manera memorable, que bien pudo haber sucedido por los frenéticos últimos minutos (lo mejor de la cinta).

CONCLUSIÓN

Gretel y Hansel se puede definir como una cinta que combina de buena manera el terror y la fantasía pero que no termina por explotar, quedando en un potencial clásico, así como una muestra de que hay un futuro brillante por pulir.

Tráiler oficial: